SPACE SOFS - 4

4. SUPERVIVIENTES

No había podido imaginar aquel encuentro en mi mente. En realidad ni siquiera llegué a pensar que encontraríamos a alguien en aquella nave militar abandonada a la deriva.
Que nos toparamos con aquellas dos tumbonas de hibernación ocupadas ya había sido bastante sorpresa como para que un superviviente salido de la nada nos sobresaltase de aquella forma.
El corazón me palpitaba fuertemente contra el pecho y creí que los nervios iban a hacer mella en mí. Pero por algún motivo mi mente había conseguido mantenerse serena y para aquel momento, ya había desenfundado la pistola de mi cartuchera y apuntaba cautelosamente a la figura impasible que no apartaba la vista de nosotros.
La actitud de aquel tipo me estaba poniendo tensa. Cuando a uno le apuntan con un arma suele mostrar cierta vulnerabilidad, nerviosismo, miedo… ¡Algo, maldita sea! Pero aquel hombre ni siquiera sudaba. Seguía atravesándonos con la mirada esperando una respuesta que hasta el momento ninguno de los dos nos habíamos atrevido a dar.
Estudié su aspecto para tratar de disminuir la tensión y los nervios que parecían haberse adueñado de mi cuerpo. El mono de trabajo de color grisáceo, curiosamente limpio e impecable, que vestía aquel hombre no coincidía en absoluto con nada que pudiera asociar a los marines, pero tampoco era ninguna experta en la materia. El desconocido superviviente estaría cerca de la cuarentena y su voz grave y firme había reflejado una calma absoluta en la que tan solo había podido detectar cierto atisbo de curiosidad por nuestra identidad.
Greylion pareció cansarse de aquel silencio tan incómodo y tenso, y retomó la iniciativa.
–Somos del equipo de rescate de la Estación Samara. Captamos una señal de socorro de esta nave. Hemos venido a ayudar –explicó Greylion sin mostrar ningún indicio de que fuera a bajar su arma. Era obvio que tampoco él se fiaba demasiado de aquel tipo.
El superviviente clavó directamente sus ojos azules en Greylion y bajó las manos, relajándose.
–¿Ah, sí? Ignoraba que hubiéramos conseguido enviar una señal antes de que todo se fuera al traste. Son buenas noticias. Han llegado en el mejor momento.
–¿Quién es usted? –me atreví a preguntar.
El hombre siguió observando el cañón de la pistola de mi compañero y respondió sin inmutarse:
–Me llamo Raynor, soy el oficial médico de a bordo.
Greylion se llevó la mano a la radio al instante.
–Heresy, ¿me escuchas? –la voz cansada de la piloto respondió con una afirmación desde el otro lado–. Hemos encontrado un superviviente. Contacta con la Mary Faith, que Lia revise los historiales del personal destinado a la Meteora. Código de acceso dos cuatro siete. Comprueba un nombre: Raynor, oficial médico.
Al hombre no pareció extrañarle nada el procedimiento de comprobación y se limitó a apoyarse en una mesa cubierta de papeles desordenados.
–¿Qué ha pasado aquí, Raynor? –le interrogó Greylion.
El supuesto miembro de la tripulación del Meteora suspiró y comenzó a relatar:
–Estábamos de regreso tras una misión cuando los sistemas de la nave alertaron de un fallo en la seguridad y nos despertaron a todos de la hibernación. Nos dimos cuenta de que varias de las cápsulas habían sido saboteadas y de que parte del personal militar había desaparecido de sus tumbonas. Más de una treintena de marines murió durante la hibernación a causa del sabotaje –noté que Greylion torcía el gesto ante la historia. Aquella muerte era la más temida entre mis pesadillas y todos en la Mary Faith lo sabían. Intuí que pudo sentir el escalofrío que recorrió mi cuerpo mientras Raynor proseguía con la historia–. Cuando quisimos darnos cuenta, algunos marines se habían adueñado de varias secciones de la nave y trataban de desviarla del rumbo establecido.
–¿Por qué? –pregunté sin poder entender nada de todo aquello.
El propio Greylion respondió sin apartar la vista del hombre.
–Una nave de combate de este tamaño puede venderse por una gran suma de dinero en el Mercado Negro. Existen rumores de que algunos piratas espaciales se alistan en el Cuerpo de Marines con la intención de secuestrar una de las naves, matando a toda la tripulación durante la hibernación para evitar conflictos innecesarios.
–Es una buena forma de robar una nave sin que sufra desperfectos –concretó Raynor.
El tono de indiferencia de Raynor me hizo desconfiar aún más. ¿No habrían muerto amigos suyos durante aquel sabotaje? ¿Por qué parecía tan frío?
En cualquier caso la situación era bastante más jodida de lo que habíamos podido pensar en principio, pero aún faltaba parte de la historia a juzgar por las palabras del tripulante.
–¿Qué ocurrió? –pregunté con interés–. Si las cosas hubieran salido perfectas para esos piratas, no estaríamos hablando en este momento.
Raynor asintió dándome la razón.
–Como ya he dicho, el sistema central de la nave intuyó que algo iba mal cuando varias de las cápsulas de hibernación se activaron antes de tiempo. Antes de que el sabotaje finalizara, el ordenador nos despertó, dejándonos completamente desorientados y extupefactos al contemplar que nuestros antiguos camaradas mataban a sus propios compañeros durmientes. Pueden imaginar el resto. Marines peleando entre ellos a muerte. Algunos lograron alcanzar la armería y se produjo un tiroteo. Prácticamente toda la tripulación se mató en cuestión de horas.
–Salvo usted –señaló Greylion intrigado.
El hombre bajó la cabeza. Fue el único signo emocional que pude atisbar en él.
–Mi dedicación es con los heridos del conflicto. Durante dos semanas los supervivientes estuvimos combatiendo entre nosotros usando esta nave de campo de batalla. La armería quedó sellada y prácticamente ha sido una lucha de desgaste, utilizando como arma cualquier medio que hubiera a nuestro alcance. El laboratorio y la enfermería fueron destruidos, por lo que mis habilidades como médico quedaron mermadas ante la avalancha de heridos graves que fueron llegando. La mayor parte de las muertes fue debida a la infección de sus heridas. Poco pude hacer para paliar su sufrimiento.
–¿Y qué hay de esos dos marines en hibernación? –me aventuré a preguntar.
Raynor ni siquiera desvió la mirada hacia el lugar que señalaba.
–Hace unas horas que los hirieron. Les administré los últimos sedantes de los que disponía y decidí meterlos en las cápsulas para evitar los focos de infección. Lamentablemente, eran la última línea de defensa contra los insurgentes. Me he convertido en el único superviviente leal al Cuerpo. Los que aún siguen deambulando por la nave son enemigos del Ejército.
–Mierda, debo avisar al equipo de ingenieros –advirtió Greylion conectando la frecuencia.
–No pueden quedar demasiados –siguió Raynor sin importarle la interrupción–. Según el recuento de bajas, que he estado siguiendo con atención, aún deben quedar al menos tres hombres en la nave. Todos ellos hostiles.
Respiré hondo y asimilé toda la información que acabábamos de recibir. Un conflicto interno en una nave militar de los Marines. Debía de haber sido una lucha de tres pares… Por un instante me alegré de haber llegado cuando la situación estaba en su momento final.
Greylion terminó de hablar con Rockatansky tras ordenarle su retirada al hangar hasta que tomaran las medidas oportunas para enfrentarse a la situación.
–Grey… Tengo el informe de Lia… –dijo Heresy por radio de repente.
–Te escucho.
–Confirmado. Oficial médico L. Raynor, servicio a bordo del Meteora del Cuerpo de Marines Coloniales.
–Gracias Heresy –agradeció Greylion antes de cortar la comunicación.
Aliviada dejé que el peso de la pistola de mi mano la situara apuntando al suelo. Vi en Raynor una sonrisa de satisfacción pero noté que Greylion no bajaba el arma, ni siquiera tras la confirmación de la identidad del tripulante.
–Señor Raynor… Hay algo que no me cuadra –dijo mientras notaba que sus dedos presionaban cada vez más la empuñadura de su arma–. Hemos caminado por la nave durante un buen rato y no hemos visto ni un solo cadáver… Tampoco signos de lucha. ¿Cómo es posible que una batalla tan cruel como usted dice no deje ni una sola pista de lo sucedido?
Inmediatamente volví a alzar mi arma golpeándome mentalmente por no hacer trabajar mis neuronas. ¿Cómo no había caído en la cuenta?
El hombre no se impresionó en absoluto y se explicó rápidamente:
–Eso es lo que estaba a punto de explicarles. Tuve que deshacerme de los cuerpos. Al igual que con las infecciones que se estaban propagando, la putrefacción habría hecho peligrar la salud de los supervivientes.
–El proceso puede detenerse mediante la hibernación y usted lo sabe –respondió a su vez Greylion, cada vez más seguro de sí mismo.
Por un instante se hizo el silencio y pensé que Greylion iba a disparar contra aquel hombre a juzgar por la expresión tensa de su rostro. Sin embargo, nuestros comunicadores se activaron simultáneamente para dejar paso a la voz alarmada del jefe de ingenieros que trataba de decirnos algo a gritos. Aprecié claramente el eco sordo de los disparos que se estaban sucediendo allá donde estuviese el equipo.
–¡Repite Rockatansky, no consigo entenderte!
La voz autoritaria del ingeniero consiguió calmarse durante unos segundos clave, en los que los disparos dejaron de rugir.
–¡Nos están atacando! ¡Estamos en el pasillo de servicio B-2, cerca de la entrada a la sala de motores! ¡Nos tienen arrinconados y no hay salida! ¡Necesitamos refuerzos ya!
–¡Aguantad! ¡Vamos en camino! –respondió Greylion con seguridad. El ex-militar me miró durante un segundo y por un instante supe que estaba pensando en si estaba preparada para esto. Ambos conocíamos la respuesta. No quedaba otro remedio. Coloqué mi arma en posición y asentí con la cabeza tratando de aparentar serenidad.
Greylion se giró hacia el superviviente y le dio sus propias órdenes.
–Vaya hacia el hangar, allí se encuentra nuestra piloto. Estará más seguro con ella. Cuando hayamos acabado con la amenaza volveremos a por los marines en hibernación. ¡Muévase!
Raynor asintió con su extraña calma y se entretuvo recogiendo una bolsa con sus pocas pertenencias. Nosotros nos pusimos en marcha sin esperarle. No había tiempo para acompañar al extraño hombre hacia el hangar aunque compartiéramos la misma ruta.
–Heresy, hemos enviado a Raynor a tu posición. Éstate atenta –dijo durante la carrera y sin apenas prestar atención a la confirmación de la piloto.
Greylion no parecía tener ningún problema para desandar el camino. No se detuvo en ningún momento y recorrió los corredores con la tranquilidad de quien sabe perfectamente donde se encuentra. Era admirable.
Nuestras pisadas hacían que el metal crujiera bajo nuestros pies, dándome la sensación de que estábamos anunciando nuestra llegada a cualquiera que estuviera a dos kilómetros de nosotros. Sin embargo, la parte racional de mi mente me gritaba que con el tiroteo era improbable que nos oyesen llegar.
Pasamos cerca del hangar y tomamos la misma intersección donde nos habíamos separado del equipo de ingenieros. Descendimos un par de niveles por las escaleras de servicio y entonces, pude oir el eco de los disparos.
Ráfagas cortas de un rifle de asalto y una serie de disparos rápidos de pistola eran lo único que podía escuchar. Eso era bueno. Si estaban disparando, aún seguían vivos.
Greylion llegó a una esquina y se detuvo, haciéndome un gesto con la mano para que le imitara. El veterano se puso en cuclillas y extrajo un pequeño espejito de uno de los bolsillos de su cinturón. Sacó el reluciente y diminuto objeto unos centímetros por el borde y observó con seriedad lo que fuera que estuviera viendo. Yo apenas podía ver nada desde donde estaba.
Le vi asentir para sí mismo y se preparó, cogiendo su pistola con fuerza y sacando parte de su cuerpo por la esquina.
Tragué saliva y me pusé tras él. El hombre disparó desde la cobertura un par de veces y corrió hacia la siguiente posición sin detenerse un instante. Yo ocupé el lugar en el que había estado anteriormente y me arriesgué a echar un vistazo. Alguien gritaba en mitad del pasillo agarrándose la cara mientras una neblina blanca se extendía por el corredor rápidamente. Vi un objeto cilíndrico y rojizo en el suelo y comprendí que Greylion había disparado al extintor de incendios para crear una distracción y de paso incapacitar a uno de los enemigos.
Unos disparos descontrolados atravesaron el pasillo y golpearon la esquina tras la que estaba protegida. El corazón se me encogió de pánico y apreté los dientes tratando de mantener mi cuerpo bajo control. Quería huir de ahí. Quería gritar. Quería encerrarme en mi camarote y no salir en un mes… Pero no podía hacer nada de eso. Tenía un deber que cumplir y compañeros a los que ayudar. Por muy asustada que estuviera no podía abandonarlos de esa forma. Por el infierno que no.
Mi mente se burlaba de mi, recordándome la necesidad de acción que había suplicado y eso me cabreó, ayudándome a aguantar el tipo. Ya tendría tiempo de mearme en los pantalones más tarde.
Cuando la ráfaga de disparos cesó, saqué la pistola por la esquina y comencé a disparar a ciegas, tal y como Greylion me había pedido que hiciera durante la breve conversación que habíamos tenido bajando por las escaleras.
Para mi sorpresa alguien gritó de dolor y cuando dejé de disparar, solo podía oir los gritos y el lastimero gemido de los heridos. No había más disparos.
Asomé la cabeza y vi a Greylion desarmar a un hombre con el uniforme de los marines y un reguero de sangre bajando por el muslo. Apenas le había rozado, pero esa distracción le había dado la excusa perfecta a Greylion para salir de su posición y placarle al más puro estilo deportivo.
Para mi alivio, observé que desde la otra parte del pasillo se acercaba el trío de ingenieros, aparentemente sano y salvo. Era un consuelo.
La neblina proveniente del extintor agujereado se había evaporado por completo y podía ver a los dos soldados enemigos inmovilizados ante el arma y la mirada amenazante de Greylion.
El pasillo que había acorralado a los ingenieros en un principio había resultado ser la posición perfecta para atacarles desde ambos flancos. Una estrategia tan simple como eficaz.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien se acercaba por mi espalda hasta que sentí el frío cañón de un rifle de asalto presionando la parte trasera de mi cabeza.

Por supuesto.... ME TENDRE QUE ESPERAR A LAS CORRECIONEEEEEES....

MAYDAY! MAYDAY! GRAY TENEMOS UN PROBLEMA XDDDD

Que bueno Charly, se me han puesto los pelos como escarpias.
Y ahora pasemos a la parte seria:

No había podido imaginar aquel encuentro en mi gente -> sinceramente esta frase no la entiendo, asi que no se como corregirla, ya me explicaras

En realidad ni siquiera llegué a creerme que encontraríamos a alguien -> en realidad seria "llegué a creer", ya que el reflexivo no pinta nada, aunque en mi opinión "llegué a pensar" sería mas acertado en esta frase.

una calma absoluta de la que tan solo había podido detectar cierto atisbo de curiosidad -> preposición equivocada, "una calma absoluta en la que..."

clavó directamente sus ojos azules en Greylion y bajó sus manos -> "y bajo las manos" sería menos redundante.

Más de una treinta de marines murieron -> o mas de treinta o mas de una treintena, pero eso de mezclar... XD

varios marines se habían adueñado de varias secciones de la nave -> ¿varios y varias en la misma frase?,que, ¿no tenemos un idioma lo bastante rico en sinonimos? anda que...

utilizando como armas cualquier medio que hubiera a nuestro alcance -> si medio es singular, arma también va en singular, por aquello de la concordancia y tal.

La mayor parte de las muertes fue debido a la infección -> hablando de concordancia... las muertes fueron debidas, melóóón XD

Los que aún siguen purulando -> pululando, del verbo pulular, lo de purulando suena más a pus, como purulento, ¿no?.

¿Cómo es posible que una batalla tan cruel como usted dice no deje ni una sola pista de lo sucedido. -> ¿Cómo es posible que no recuerdes que las frases interrogativas terminan con el signo de interrogación? XD

le aseguró Greylion con seguridad -> no comment -.-

Yo ocupé el lugar en el que había estado anteriormente -> "en el que él había estado", si no parece que tú has vuelto a una posición anterior.

Y eso es todo, mira que decir que pierdo facultades... Has mordido más de lo que puedes tragar, jejeje, y no Heresy, no hablo de ninguna obesidad ^^.
¡Ala Charly!, hasta el siguiente, sin acritud , ¿eh? que no es nada personal. XD XD XD

PD: como mola, correción a tiempo real looooool.

1as correciones recién saliditas del horno, cortesía del señor Rockamalditoseatansky, que huele las faltas a kilómetros.
La frase que no entiendes (y es comprensible porque cambié una letra) sería "No había podido imaginar aquel encuentro en mi mente"
Por lo demás gracias ^^ XD. "¡A VER!" si la novia me encuentra más faltas jajajaja

¡¡Me sigues corrigiendo mientras corrijo lo que me has dicho!! ¡¡Al volver al post me encuentro con más frases que corregir mamonazo!! Jajajajajajjajaa XDDDD

Por cierto:

Por lo demás gracias ^^ XD. Haber si la novia me encuentra más faltas jajajaja
-> A ver, de ver , de mirar, de toda la vida, no del verbo haber, ainssssssssss.

Esto ya es por tocar un poco los huevos.

DIOOOOOOOOOOOS Rocka te estás quedando a gusto eh majo jajajajajaja pero me tomaré la revancha con esta:

"La mayor parte de las muertes fue debido a la infección -> hablando de concordancia... las muertes fueron debidas, melóóón XD"

La frase entera es: "La mayor parte de las muertes fue debida a la infección de sus heridas. La mayor parte FUE DEBIDA. Las muertes no es el sujeto sino un complemento del nombre. MELOOOOOOON Jajajajajajajaa

Por lo demás, gracias ya lo sabes. Jajajajaja

Claro claro sin rencor Rocka no faltaba más... Esto, me explicas esta frase:

"Y eso es todo, mira que decir que pierdo facultades... Has mordido más de lo que puedes tragar, jejeje, y no Heresy, no hablo de ninguna ¡¡obesidad !!^^.
¡Ala Charly!, hasta el siguiente, sin acritud , ¿eh? que no es nada personal. XD XD XD

¿No querrás decir acaso "OBSCENIDAD"?

PD: Sin recores ya lo sabes jajajajaja

no. no, quiero decir obesidad, ¿no sabes que tu gran amor heresy llama obesa al miembro viril?

PD: es cierto que es un complemento del nombre, sin embargo creo que la frase es mas correcta concordandola con el complemento, aunque supongo que en este caso es más una cuestión de opinión.

Roooootura

Jajajaja el Eder siguiendo esto como si fuera un combate. Chapó Rocka chapó. Un placer picarme contigo jajajajaja. ¡Me rindo! No volveré a quejarme de tus correciones, he tenido suficiente.v

PD: sabes que mi gran amor siempre serás tú
PD2: pues va la novia y me saca tres nuevos... Creo que hoy me iré a la cama llorando y me deprimiré en silencio

El gran placer es mío, de poder seguir estas historias increibles que nos regalas y poderte aportar mi granito de arena (que si, que es el granito de arena tocacojones que se te mete en el ojo y molesta pero ahí está XD), espero con ansia el capítulo 5 para carte más caña coraÇaooooooooo XD.

PD: eder tio mira que eres cizañeroooo XD.

Anda qué!... me doy cuenta ahora del nuevo capítulo. Capítulo en el que, por cierto, me debe haber pillado con el "apretón" en el baño porque salir, lo que se dice salir...xDDDD